jueves, 30 de agosto de 2007

¿Viejas glorias?

Hay veces que no me ha gustado este término ya que para algunos parece designar a un grupo de carcamales que un día fueron o creyeron ser algo pero que hoy venidos a menos solo cuentan historias de un pasado que anhelan y que ojalá nunca hubieran perdido.

Para mí no es así. Yo los veo como unos personajes que en su día pudieron ser muy grandes para alguna gente y que hoy, con el paso del tiempo, cuentan historia de las que todavía es posible aprender.



Todo esto viene a cuento de que hace poco estuve en un concierto de un grupo de los ochenta. El grupo en sí da igual, bien podría hablar de una banda de rock and roll cuyo líder sólo necesitaba un camión para ser feliz, o aquellos otros que vivieron en el límite del bien y del mal, o aquel otro que mientras caminaba a Soria nos hacía sentir ganas de bailar un cha-cha-cha.

La verdad es que recordando viejos conciertos se notaba el paso del tiempo. Es cierto quizás parecieran viejas glorias y debieran ya estar retirados, quizás pero… para mí no, para mi aun cumplen una labor con aquellos que un día fuimos sus seguidores y es que, el otro día, mientras oía a ese grupo, recordé mis años más jóvenes, aquellas juergas con los amigos esperando un amanecer que cada día parecía llegar más temprano, aquellas fiestas en el lugar de vacaciones que empezaban al ritmo de una buena música y terminaban en cualquier verbena donde poder disfrutar de la buena compañía…


Sí fueron muchos recuerdos de una juventud rebelde, de ropas que hoy duermen el sueño del olvido en el fondo de algún armario en el mejor de los casos o incluso ya dejaron de existir.

Además vi algo más que me llamó la atención. La gente que había allí era la misma que hace veinte años llenaba lugares por ver actuar a aquella banda pero… algo había cambiado. Nuestra ropa no era la misma, ni saltábamos al ritmo de la música, subidos a hombros solo pude ver varios niños pequeños cuando en otro tiempo era el amigo o en el mejor de los casos la amiga la que botaba sobre nuestros hombros al ritmo que marcaban, donde antes hubo una copa ahora estaba el carrito del pequeño y es que el tiempo pasa pero hubo algo que si sentí y fue el calor de aquellas noches interminables de conciertos hasta el amanecer rodeado de la gente, de mi gente.

Quizás todos nos volvamos unas viejas glorias con el paso del tiempo pero para mí ser una vieja gloria significa tener recuerdos cálidos que compartir con los amigos en cualquier noche de verano, al ritmo de una música que pretendía cambiar el mundo y hacer disfrutar a la vez.


El país te necesita, amor,
para arrancarte el corazón.
Su carne joven, puede ser de gran utilidad,
de combustible de la bien amada sociedad.

El país te necesita, amor,
y yo no sé decirte adiós.
Tengo el consuelo, puesto en que el siguiente seré yo.
Luciré bello, con mi piel de alfombra en un salón.

El país me necesita, amor.
Hace llamada a mi valor
Si no funciona, siempre se puede apelar a Dios.
Algo en su nombre, queda muy elevado y resultón.

El país te necesita, amor.
Y detrás pronto iré yo.
Y muchos otros, siempre en el nombre de la paz.
No es suficiente, hasta que dejemos de sangrar.


Loquillo y los Trogloditas.
Título: El país te necesita.
LP: La mafia del baile.

viernes, 24 de agosto de 2007

Invisibles

Hoy me he levantado con ganas de pasear. He salido y he caminado sin rumbo fijo, dejándome llevar por la gente, siguiendo ese torrente de figuras que deambulaban de un lado a otro. No llevaba nada de prisa, solo me apetecía mezclarme en esa riada de personas y pensamientos que inundan el centro de cualquier ciudad. Mirándolos intenté imaginarme que irían pensando, que historia podrían contar hoy que les hubiese pasado.

He encontrado al chaval que descargaba bultos de su furgoneta pensando que los demás estaban de vacaciones, la pareja que paseaba sin prisa mientras miraba escaparates y disfrutaban de su recién estrenada historia, el hombre que deambula sin rumbo pensando en las musarañas y con la vista perdida al frente, la señora con su carrito de la compra que va pensando que se le ha hecho tarde para hacer la comida, el joven estudiante con su carpeta que buscaba alternativas para no tener que abrirla, la pareja de policía que mira de un lado a otro sin saber muy bien que ve…

He visto muchas historias que pueden no ser reales pero que me han hecho arrancar una sonrisa. Pero ha sido deshaciendo el camino ya hecho cuando me he llevado una gran sorpresa. Al pasar por una calle peatonal he visto a alguien que antes me había pasado inadvertido. Estaba allí, sentado y apoyado contra una pared viendo pasar a la gente, mirando de soslayo alguna vez y otras de frente.

No tenía cara de pena sino más bien ojos de tristeza. He intentado mientras me acercaba a él imaginarme su historia pero me era difícil. Era como si mi cabeza no pudiera imaginar una historia para él. Como si mi cabeza estuviese condicionada por muchos tópicos que se debatían dentro de ella.

Me he sentado enfrente de él a unos metros. Le he observado. Alguien se ha acercado a él y ha soltado unas monedas en un viejo cuenco de madera. Su boca ha dibujado una sonrisa para su benefactor pero sus ojos seguían delatando tristeza y el hecho de bajar la cabeza vergüenza. He leído entonces un pequeño cartón que como única compañía compartía con él ese pequeño trozo de mundo que el había decidido coger para sí. En él contaba parte de su historia; cuatro niños sin futuro y un padre sin esperanza que sentado en cualquier calle de cualquier ciudad intenta olvidar quien un día fue y en que se ha convertido.

Durante unos minutos he pensado, probablemente, lo mismo que los que pasaban cerca de él. ¿Por qué no trabaja? A saber si es verdad lo de los hijos. Otro que pide para caer en las redes del gran Baco.

Pero luego también he pensado, ¿y si fuese verdad ese fragmento de su historia? ¿y si la vida le trató mal y terminó con su esperanza? ¿y si lo que me están diciendo sus ojos fuese sincero y en este momento solo sintiese tristeza y vergüenza?

Ha sido en ese momento cuando he sido consciente de su soledad. Ha pasado de no existir para el mundo a existir para mí. Era otra persona de las que conformaban el ambiente de aquella calle, era parte del mobiliario de cualquier calle de cualquier ciudad, pero ahora había dejado de ser invisible, ahora yo le había visto y había intentado jugar a adivinar su interior. Su historia puede que no sea verdad, pero… ¿y si lo fuera?


Me he levantado y el se ha quedado mirándome, me he acercado y él ha agachado la cabeza, le he dado unas monedas y me ha dado las gracias y en su boca se ha vuelto a dibujar esa sonrisa triste que a mí ya no puede engañarme.

No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria

Dante Alighieri

viernes, 17 de agosto de 2007

Simplemente tristeza y pena


Hay ocasiones en nuestra vida que intentamos dar explicación a lo que nuestro ser siente. Pero ese hecho tan simple de intentar encontrar una explicación a nuestro estado anímico se convierte, en algunas ocasiones, en algo prácticamente imposible. Sentimos algo que nos corroe por dentro y que centímetro a centímetro se adueña de nuestro cuerpo. Es algo que no nos deja respirar, que es dueño y señor de cada uno de nuestros actos, algo que no sabemos percibir pero que sabemos está ahí.

Es esa congoja que parece haber anidado en nuestra garganta y que intentar fluir hacía arriba buscando la salida de una cueva que ella solo conoce. Es un nudo que oprime nuestro corazón intentando encontrar el punto máximo de dolor que podemos llegar a sentir.

Intentamos sobreponernos pero es muy díficil, intentamos buscar esa palabra que defina lo que nos pasa pero no la encontramos pero en el fondo de nuestro ser, si miramos más allá de nuestra alma, si buscamos en los más profundo de nuestros sentidos podremos comprobar que es simplemente tristeza y pena.



Hoy siento esa pena por quien no conocí y esa tristeza por la situación que nos tocó vivir

viernes, 10 de agosto de 2007

Luchadores


Allí estaba él. En aquella agreste montaña cuya cúspide parecía cada vez más lejana. Ahora parecía que sus fuerzas se hubiesen renovado. No hacía mucho que había sufrido una pájara que a punto había estado de dar al traste con su deseo de seguir adelante. De nuevo miró hacia arriba y no vio el final de su viaje pero en su corazón anhelaba encontrar, si no el final, si aquel punto en que sintiese que había una posibilidad de llegar a él.

Cubrió una nueva etapa. Allí estaban esperándole. Que fácil era para ellos llegar. Volvió a preguntar si estaba cerca de la cima o de alguna señal del final del camino. Silencio. Ese silencio cómplice que tantas veces había sentido. En aquel silencio escuchó de nuevo aquella voz que repetía, como en cada etapa lo mismo: “Mira hacia abajo. ¿Cuántos ves tras de ti?” El miró y pudo comprobar que eran apenas diez o doce. Incluso pudo ver que algunos de ellos eran nuevos y que algunos de los que empezaron el camino ya habían abandonado. Había oído tantas veces aquella pregunta. Aquella voz continuo: “Sois muy pocos. Quizás al final de la siguiente etapa seáis más y alguien pueda indicaros el final del camino. Por ahora solo podemos ayudaros a seguir subiendo.”

Continuó su camino pero llego un momento en que olvidó el número de etapas que había cubierto. Su cuerpo ya no respondía a sus pensamientos incluso sus pensamientos ya no respondían a sus deseos. Miró por última vez hacia arriba esperando ver algo que renovase sus fuerzas pero no fue así. Sus manos dejaron de aferrarse con fuerza y comenzó a caer.

Mientras caía pudo ver a aquellos que lo seguían. Eran apenas diez o doce y algunos de ellos nuevos lo que le hizo pensar que algunos otros le habían antecedido. Deseó que todos ellos encontrasen al fin quien les indicase el final del camino aunque para él ya fuese tarde, lo deseó con todas sus fuerzas aunque supo en ese mismo instante que probablemente era solo una cuestión de tiempo que ellos empezaran su particular caída.

Siguió cayendo y pudo ver a su familia. Durante todo el ascenso habían estado junto a él. Nunca habían abandonado y habían mantenido encendida la llama de la esperanza. Ahora les veía tristes, pero él sabía que quizás ahora descansarían de tan largo viaje.

Solo esa tristeza le hacía sentir culpable, solo eso. No podía sentirse culpable de tener una enfermedad con solo diez o doce caso en el mundo. No podía sentirse culpable de no ser rentable para los grandes laboratorios y que siempre los médicos le contestasen que eran muy pocos casos y que nadie estaba investigando para encontrar un clavo ardiendo al que agarrarse para al final conseguir llegar a la cúspide de la curación total. Él no era culpable, él no lo era. Solo había luchado toda su vida, pero no le habían dado la oportunidad de vivir, ni siquiera la oportunidad de la esperanza. Él era una simple cifra que ahora pasaba al otro lado y sus compañeros de viaje seguirían siendo diez o doce aunque él ya no estaría allí para verlos.


Según FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras) son mas de 5000 las tipificadas como tal.



A un amigo luchador al que no dieron esperanza de vivir.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Frases para reflexionar...

En el dolor uno se hace cada vez más sensible; es el sufrimiento quien prepara y labra el terreno para el alma, y el dolor que produce el arado al desgarrar el interior, prepara todo fruto espiritual.

(Stefan Zweig)



"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo"

Oscar Wilde



"La Navidad no es una fecha... Es un estado de la mente."

Mary Ellen Chase


"Los males que no tienen fuerza para acabar la vida, no la han de tener para acabar la paciencia "

Miguel de Cervantes


"De nuestro siglo XX no nos parecerán lo más grave las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de los justos"

Martin Luther King

La curiosidad me llevo a descubrir...

El origen latino de la palabra carnaval, viene de “carnelevarium”, que se refería al hecho de quitar la carne, algo relacionado con la prohibición del consumo de carne en la cuaresma cristiana. Durante la Edad Media a pesar de estar muy arraigadas las costumbres cristianas y de perseguirse a los que no seguían la tradición, la fiesta de carnaval tuve bastante auge debido a que era una forma de prepararse para los días de ayuno que se aproximaban.





La existencia de tres Reyes Magos data del siglo VI d.C. Melchor, que representa a los europeos, ofreció al Niño Dios un presente de oro que atestigua su realeza. Gaspar, representante de los semitas de Asia, cuyo bien más preciado es el incienso, lo ofreció al Niño como símbolo de su divinidad. Y por último, Baltasar, negro y con barba, se identifica con los hijos de Cam, los africanos, que entregan la mirra, en alusión a su futura pasión y resurrección.





El Papa Inocente III que nació en 1198 y murió en 1216, permitió la disolución del matrimonio si los órganos sexuales de las parejas no eran compatibles de acuerdo al tamaño de las mismas haciendo difícil o peligroso el tener relaciones sexuales.







El famoso cuento de "Caperucita Roja" fue escrito originalmente por el francés Charles Perrault hace más de 300 años y está incluido en su volumen Cuentos de Antaño. El auténtico final de este cuento es trágico, pues el Lobo se come a la abuelita y finalmente a Caperucita. El último párrafo reza así: "¡Abuelita, qué dientes más grandes tienes! Son para comerte. Y diciendo estas palabras, el malvado del lobo se arrojó sobre Caperucita Roja y se la comió". La versión que incluye un leñador que fue capaz de rescatar del vientre del lobo a Caperucita y a su abuelita es de los Hermanos Grimm. En el cuento original, Perrault quiso castigar a Caperucita por pararse a hablar con desconocidos, el Lobo, en el bosque. Casi todos los cuentos de Perrault incluyen una moraleja y la de este cuento es la siguiente: "Vemos aquí que los adolescentes y más las jovencitas elegantes, bien hechas y bonitas, hacen mal en oír a ciertas gentes, y que no hay que extrañarse de la broma de que a tantas el lobo se las coma. Digo el lobo, porque estos animales no todos son iguales: los hay con un carácter excelente y humor afable, dulce y complaciente, que sin ruido, sin hiel ni irritación persiguen a las jóvenes doncellas, llegando detrás de ellas a la casa y hasta la habitación. ¿Quién ignora que lobos tan melosos son los más peligrosos?". Perrault es también autor de otros cuentos famosos como "Pulgarcito", "Cenicienta o el zapatito de cristal" o "La bella durmiente del bosque".

Historias que me hicieron pensar...

El viejo y el mar

Quizas sea un libro que muchos no entiendan. Quizas yo viese entre sus palabras mas alla, pero lo que si es cierto es que leyendo entre lineas uno puede encontrar una historia mas profunda, una historia de desafios, de superacion, de sueños al fin cumplidos pero con un cierto final amargo. Eso es para mi este libro; una doctrina de como enfrentarse a los problemas.




El florido pensil


¿Porque este libro? Porque es devertido, ironico, facil de leer... Porque relata una epoca en que el adoctrinamiento era palpalbe y por ello no deja de demostra que la escuela es el lugar desde el que hay que empezar a montar los cimientos de las generaciones futuras. Un buen uso de la misma creara buenas personas, pero un mal uso... bufff.... mejor no pensarlo.

Si alguna noche caprichosa, el sueño no quiere tomar tu cuerpo, inténtalo, quizás al poco tiempo te sorprendas deambulando por la noche sin que tus pies toquen el suelo.



Os invito a visitar...

El fue el primer blog en el que decidi pararme. Me gustaba su forma de escribir. Estabamos de acuerdo en mucho aunque tambien discrepabamos en cosas pero lo que no podia negar es que era capaz de argumentar sus escritos y eso es lo que me gusta de las personas, que las cosas no sean si porque si o no porque no sino argumentadas. Ademas esa pizca de ironia me encanta va mucho con mi estilo. Querido Antifaz algun dia me cruzare contigo y quitare ese antifaz que no te deja verme, ese dia te contare mi historia y seguro, o al menos eso espero, me diras una de tus ya conocidas, por mi, dedicatorias.


http://elantifazz.blogspot.com/

Libro de visitas

Aquellos que dejaron su huella



Dicen que no hay nada mas triste que pasar por lo sitios sin haber dejado huella, una huella visible o grabada en el corazon de los que un dia tuvieron la fortuna de encontrarse contigo en el camino. En este rinconcito puedes dejar tu huella, todo aquello que creas conveniente; una pequeña presentacion, datos de tu rinconcito si lo tienes, que camino te trajo aqui, que te gusta de este sitio y que no, como lo mejorarias, en fin deja que tu huella perdure en el tiempo de mis noches sonambulas.