martes, 25 de marzo de 2008

HISTORIAS...

A veces son solos historias… historias imaginadas cuando nuestra consciencia se encuentra nublada. Historias que narran historias imposibles, donde lo real y lo irreal se unen en una sinfonía de espejismos. Historias que pueden convertirse en prohibidas y jamás contadas, donde el deseo se funde con la pasión.

Historias que en ocasiones se convierten en repetitivas y parecen hilvanadas para sumirnos en la más profunda de la desesperación. Historias que nos hacen llorar cuando ni nosotros mismos somos capaces de ver nuestra tristeza. Historias que pueden hacernos reír en momentos en que la indiscreción no es un obstáculo para hacerlo a carcajadas.



Pueden ser historias de recuerdos, momentos vividos junto a ellos, esos que un día partieron y hoy vuelven entre brumas para dejarnos acariciarlos de nuevo, sentir su presencia una vez más, historias que no queremos lleguen a su fin o historias de las que no podemos escapar a no ser por la calida caricia de una mano amiga.

Historias que en otros momentos parecen mostrarnos un futuro incierto, un futuro que puede ser más o menos agradable pero que seguro nunca llegará. Historias que pueden alegrar un día o sumirnos en la mayor de las tristezas dejándonos el mal sabor de una resaca que nosotros no controlamos.

Son historias todas ellas que a veces recordaremos o a veces no seremos capaces de recordar, aunque dentro de nosotros sintamos que algo ocurrió, y es que… lo sueños son eso, historias que el azar o el capricho quisieron hacer aparecer en nuestro momentos de descanso para recordarnos que, aún durmiendo, seguimos estando vivos.