lunes, 29 de diciembre de 2008

PASA EL TIEMPO

Pues llega ya ese momento en que todo el mundo parece querer cambiar su vida. Los propósitos para el nuevo año se van agolpando; y mientras algunos se cumplirán, lo menos de ellos, otros muchos quedarán olvidados guardando polvo en un viejo cajón de la memoria donde permanecerán hasta que pasado un año algunos de ellos volvamos a desempolvarlos.

Y es que somos así. Nos gusta hacer balance, como decía mi amiga Ana en una de sus canciones, de lo buenos y lo malo. Todos los años igual. Para terminar pensando si ese año fue bueno o malo.


Mal balance, mejor no pensar como fue. Mejor no catalogarlo porque corremos el peligro de tener que arrancarlo del calendario de nuestra vida. Mejor pensar que lo vivimos. Que con sus buenos y sus malos momentos fuimos testigos de él. Que, aunque todo lo peor pudo pasarnos en un año concreto, quizás eso hizo posible tener años buenos y que no todos fueran mediocres.

Sí yo prefiero eso, tener años buenos o malos pero sin tonos grises, pero sobre todo quiero vivirlos y ser testigos de todos ellos hasta que un día el tiempo haya pasado tanto que yo no sea mas que ese granito de arena que le tocó caer hacia la parte de abajo.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

VOLVER EN CLAVE DE CUENTO (FINAL)

De vez en cuando entraba en aquella librería y visitaba su vieja alfombra. El rincón del cuenta cuentos siempre estaba igual, el tiempo parecía no pasar por aquel lugar. Los cuentos seguían allí esparcidos, todas aquellas historias que él un día imaginó.

En algunas ocasiones se agachaba y acariciaba alguno de aquellos cuentos, lo hojeaba y pensaba si algún día aquella alfombra volvería a cobrar vida. Luego salía y miraba como la puerta se cerraba tras él.

Pero pasado un tiempo se encontraba paseando por otras calles y visitando otras librerías cuando recordó su vieja alfombra. Contaba con algún tiempo libre, cosa rara, y decidió pasar a visitar la librería y ver su pequeño rinconcito. Se encaminó hacia ella teniendo la completa certeza de que todo seguiría igual.

Cuando entró miro el alejado rincón. Allí estaba su alfombra, los cuentos… como si el tiempo se hubiese detenido desde su última actuación. Miró el viejo calendario colgado en la pared, vio la luna en sus hojas y recordó sus noches pasadas escribiendo aquellos cuentos.

Sonrió y se giró para salir pero… entonces vio algo que llamó su atención. Allí, en una esquina de la alfombra, tapada por una estantería había una pequeña sentada. Hojeaba uno de sus cuentos. Se fijó en ella, era inconfundible, sus rasgos orientales la delataron. Era una de aquellas pequeñas que durante algunos sábados había compartido sus historias con él. Sus ojos rasgados miraban cada palabra salida de su tintero. Ella conocía el cuento, había ido a su representación en el último día del cuentacuentos.

De repente la niña levantó sus ojos rasgados del cuento, miró fijamente al cuentacuentos y fue hacia él. Cuando estuvo parada frente a su compañero de sábados matinales le dijo: “Hola. En mi estantería tengo un huequito para tus cuentos que no he querido ocupar. ¿Estás bien?”


Todo lo que ocurrió después da igual, lo verdaderamente importante es que en ese momento decidió volver a escribir, decidió que daba igual el tiempo que pudiera dedicarle. Se dio cuenta que las palabras no hay que buscarlas sentado frente a una hoja de papel sino que viene solas en cualquier momento arrastradas por el viento de las cosas que llenan nuestra vida. Y allí parado frente a aquella niña de ojos rasgados encontró las palabras de su siguiente historia. Una historia donde aparecería aquella niña de rasgos orientales que había hecho que aquella alfombra fría volviese a tomar vida, una historia de gratitud en forma de cuento.

VOLVER EN CLAVE DE CUENTO (2ª parte)

Un día ese tiempo se volvió insuficiente. Sus obligaciones cada vez ocupaban más tiempo de su vida y cada vez, con más frecuencia, tenía que suspender aquel ratito en el que sentía que podía mostrar su parte más interior.

Los niños perdieron su rutina de asistir cada sábado y cada vez eran menos los que asistían a las contadas ocasiones en que él podía acercarse a aquella pequeña librería que tan buenos momentos le había reportado.

No encontraba el momento de escribir su pequeño trocito de historia y cuando al fin encontraba el momento aquel trozo de papel en blanco parecía ser una barrera entre él y sus sentimientos. Las palabras que un día brotaron como el agua de un manantial ahora se resistían a salir escondidas en lo más profundo de la desesperación por no saber dibujar palabras que conformaran su pequeños trocito de historia.

Así llegó el día en que decidió olvidar aquella experiencia, olvidarse de las caras expectantes, olvidarse de las caras de aquellos niños cuando oían sus historias, decidió enterrar su complejo de Peter Pan y crecer. Asumir que el tiempo pasa y cada vez es menos el que se puede dedicar a lo que realmente llena nuestra alma de satisfacción.


Por última vez entró en aquella librería, se sentó en la alfombra, antes compartida, y ahora tan fría y hojeó su último cuento y sintió la brisa del mar y la fuerza de la tempestad.

El cuenta cuentos cerró su página y aquella alfombra del sábado por la mañana volvió a quedarse sin visitantes, sus cuentos en ella esparcidos eran la señal de que una vez allí hubo vida, pero el telón bajo y aquella alfombra cada vez se hizo más fría…

lunes, 24 de noviembre de 2008

VOLVER EN CLAVE DE CUENTO (1ª parte)

Durante muchos años había sentido la ilusión del niño que llevaba dentro. Esa sensación le había llevado un día a proponerle a ella hacer de cuenta cuentos en su pequeña librería. Cada sábado por la mañana, sentado en aquella alfombra, rodeado de pequeños ojos expectantes, el caracterizaba aquellas aventuras de niños perdidos o abandonados en el bosque, o aquella niña decidida a visitar a su abuela…

Su única recompensa eran aquellos ojos fijos en cada uno de sus movimientos, aquellas expresiones de expectación ante cualquier cambio en el tono de su voz. Poco a poco fue disfrutando más y más cada sábado.

Un día se decidió a escribir su propio cuento, su propio mundo de fantasía con el que sorprender a aquellos pequeños seres que, cada vez más, habían ido ocupando un sitio más y más importante en su vida cotidiana.



Así fue como su cabeza comenzó a sentir como propias aquellas fantasías. Un cuento llevó a otro y una historia hacía surgir el tema de la siguiente.

Durante mucho tiempo sus fieles oyentes asistían a la representación de sus propios cuentos. Al terminar, él entregaba a cada niño un ejemplar de su cuento, de su historia, pues en realidad los cuentos que él escribía eran de ellos, ellos eran su musa y su motivación e incluso en alguno de aquellos cuentos aparecían aquellos niños reflejados.

A lo largo de toda la semana pensaba en ese ratito que ocupaba con ellos. Sin embargo su tiempo se hacía cada vez más escaso para escribir todo lo que quisiera y una día…

viernes, 13 de junio de 2008

GRANDEZA DEL MAR

Allí estaba otra día más. Sentado mirando la inmensidad de aquel mar que tantas veces había contemplado. Veía las olas llegar y chocar contra aquellas rocas. Veía la fuerza del mar desbocada arrastrando todo lo que encontraba a su paso. Oteaba el horizonte buscando una señal que presagiase un cambio de las condiciones que hasta ahora habían determinado el devenir de los últimos días.

Miró a su alrededor y todo seguía igual. La misma gente deambulando por el muelle, corrillos de hombres con la vista pérdida en el mar desagradecido. Grupos de mujeres ojerosas, maltratadas por el tiempo y el salitre de una brisa que cada vez castigaba más su piel.

Sintió la tensión de aquel muelle. Un día, dos días, tres días, cuatro días, cinco largos días... días tensos con una flota amarrada de pies y manos que nada podía hacer por mejorar el futuro más cercano, por variar la angustia de quien quiere y no puede y de quien intuye pero se resiste a admitir.



Volvió a mirar al frente y todo seguía igual. Aquellos nubarrones no presagiaban ningún cambio y aquel viento... maldito viento que azotaba sin conciencia aquel mar revuelto.

Fueron las circunstancias, muchos días de amarre y una familia que no puede soportar la presión de un ritmo de vida que ahora, el mar ha decidido frenar en seco. Mar que no quiere aceptar la entrega de su riqueza y se encrespa… pelea. Marineros que deciden hacerse a la mar en busca de su presa pasando de ser pescadores a pescados por un Rey Neptuno que decidió que hoy no era buen día de pesca.

Miró de nuevo a su alrededor y vio la angustia dibujada en cada uno de aquellos amigos, vecinos, compañeros de labor pero para él era distinto, eran su hermano y su padre, botín arrancado por el mar en aquella batalla entre los hombres y los elementos, batalla que esta vez había ganado el mar. Riqueza arrancada de su corazón, pero él miraba el mar en su grandeza. Durante años el había entregado su riqueza… hacía cinco días que había decidido cobrarse su precio.

jueves, 15 de mayo de 2008

NOCHES OSCURAS

Volvió a oscurecerse la noche. El silencio de los malos presagios volvió a sobrevolar las casas verdes. La noche echó su manto sin saber que sería usado para malos fines y la lluvia… la lluvia volvió a caer como lágrimas de quien ya no sabe si solo debe o no llorar a sus muertos.

Una mano, de cualquier color, menos blanca. Una idea oscura como la noche. Un ansia de cumplir un propósito imposible. Afán de demostrar que aún sigue vivo, que aún puede oscurecer el horizonte, que nada ni nadie puede pararlo.

Voces calladas ahogadas por el miedo. Por una situación insostenible… por una situación que ya dura demasiado. Pasos que no se darán por miedo al callejón oscuro y la cobardía de la espalda. Sentimientos de repulsa reprimidos que una vez salieron a pasear pero cuyo espíritu, nacido de otra noche de suspiros, quedó perdido en la memoria de quien prefiere no recordar.

Cúpulas divididas que resquebrajan lo que tanto desean los demás. Grietas abiertas de pensamientos egoístas que solo su ombligo saben mirar. Personajes de tres al cuarto que se lanzan cadáveres sin piedad.

¡Basta ya! El silencio no abrirá los oscuros nubarrones de una noche cualquiera. El aire de las palabras no levantarán la tierra para que los nuestros puedan descansar. La piedad debe usarse con certeza para no caer en la idiotez. Rejas, mil rejas, para encerrar el odio; años, mil años, para hacer justicia a los que ya no están; hechos, mil hechos, para garantizar que ya no habrá mas noches oscuras que volvamos a lamentar.



895 asesinados por ETA en la democracia. Ellos se vieron obligados a guardar silencio, nosotros aún podemos decidir que hacer.

¡¡ETA KANPORA!!


sábado, 3 de mayo de 2008

EL PRIMER DIA

Hoy es el primer día. He llegado muy pronto. No esta nada mal esta clase, un poco fría para mi gusto. Somos pocos todavía, supongo que el resto llegará un poco más tarde. La impuntualidad, cuanto me ha molestado siempre, sin embargo ahora me da igual.

Bueno pues parece que ya estamos todos, esto parece que va a empezar. La profesora es mona, aunque ese modelito no le favorece mucho. En cualquier caso parece simpática.

Uff ya empieza esto a complicarse. Que nos presentemos nos ha pedido… menos mal que ha empezado por el otro lado. Voy a ser la última, tengo que hacerlo bien. Vaya, ya se han presentado varias. Las hay muy jóvenes con estudios, sin estudios, jovencitos que están trabajando, otros que están estudiando. Los hay que están preparándose oposiciones y los hay que han venido porque no tienen otra cosa mejor que hacer.

Vaya esto se va acercando. Apenas quedan tres o cuatro personas. Siento como si todos me mirasen, me siento observada, creo que no voy a ser capaz. Esto se está complicando demasiado, pero bueno tampoco nadie dijo que esto fuese fácil.

Ya me va a tocar. La monitora me está mirando y sus labios están empezando a articular mi nombre:

-Bueno te toca.

-Hola mi nombre es Elvira, y tengo 77 años. Durante mi juventud no pude estudiar pero fue siempre una espinita que viajó conmigo. Hace unos años decidí aprender y me saqué el graduado escolar. Ahora he decidido hacer este curso de Administrativo aunque tengo que reconocer que me siento un poco fuera de lugar pero… sinceramente algunos verán como una pérdida de tiempo hacer esto a mi edad pero me quedan muchísimas cosas por aprender, así que no tengo tiempo para plantearme si hago bien o no, simplemente me apetece aprender.




A Maria Amelia (amis95.blogspot.com) y todas esas personas mayores que aun conservan un espíritu joven del que tanto se puede aprender.

martes, 25 de marzo de 2008

HISTORIAS...

A veces son solos historias… historias imaginadas cuando nuestra consciencia se encuentra nublada. Historias que narran historias imposibles, donde lo real y lo irreal se unen en una sinfonía de espejismos. Historias que pueden convertirse en prohibidas y jamás contadas, donde el deseo se funde con la pasión.

Historias que en ocasiones se convierten en repetitivas y parecen hilvanadas para sumirnos en la más profunda de la desesperación. Historias que nos hacen llorar cuando ni nosotros mismos somos capaces de ver nuestra tristeza. Historias que pueden hacernos reír en momentos en que la indiscreción no es un obstáculo para hacerlo a carcajadas.



Pueden ser historias de recuerdos, momentos vividos junto a ellos, esos que un día partieron y hoy vuelven entre brumas para dejarnos acariciarlos de nuevo, sentir su presencia una vez más, historias que no queremos lleguen a su fin o historias de las que no podemos escapar a no ser por la calida caricia de una mano amiga.

Historias que en otros momentos parecen mostrarnos un futuro incierto, un futuro que puede ser más o menos agradable pero que seguro nunca llegará. Historias que pueden alegrar un día o sumirnos en la mayor de las tristezas dejándonos el mal sabor de una resaca que nosotros no controlamos.

Son historias todas ellas que a veces recordaremos o a veces no seremos capaces de recordar, aunque dentro de nosotros sintamos que algo ocurrió, y es que… lo sueños son eso, historias que el azar o el capricho quisieron hacer aparecer en nuestro momentos de descanso para recordarnos que, aún durmiendo, seguimos estando vivos.

viernes, 29 de febrero de 2008

TENER NUESTRO ESPACIO...

Dicen que la experiencia es el cúmulo de vivencias y lo que somos capaces de aprender de ellas. A menudo hay momentos en la vida en que nos damos cuenta de que llevamos mucho tiempo haciendo lo mismo, que la rutina se ha apoderado de cada uno de nuestros actos, que cada acto de nuestra vida es gobernado por infinidad de circunstancias cuando en realidad, lo único que debería gobernar nuestro actos es nuestra propia voluntad.

Nosotros somos los únicos dueños de nuestros actos pero no es menos cierto que nuestras decisiones están condicionadas por todo lo que nos rodea. Nuestra situaciones personales, los problemas del trabajo, nuestros valores, nuestra necesidad de fallar o no a los demás, nuestros compromisos sociales… todo ello condiciona cualquiera de nuestras decisiones.



Llegan momentos en que necesitas parar, saber que quieres hacer en realidad, hacer un inventario de sentimientos y necesidades, de vivencias vividas o por vivir, de directrices para buscar ese sitio en este mundo que algunas veces parece que nunca encontraremos. Momentos en que nuestras baterías se encuentras al límite, en que el esfuerzo parece no tener recompensa y donde nos preguntamos si no estaremos malgastando nuestro tiempo.

Para mí es en esos momentos donde hay que tomar espacio, distancia y ver las cosas desde todos los puntos de vista posibles. Alejarse bien física o psicológicamente para poder ser objetivo, para poder encontrar la tranquilidad necesaria que haga posible que nos sintamos bien con nosotros mismos, que haga que le encontremos sentido a todos nuestros actos y encontremos un lugar… nuestro lugar… el lugar que queremos ocupar y si no es así, al menos, encontrar sentido al lugar o situación que nos ha tocado vivir.




No se cuanto tiempo te llevará encontrar tu lugar o sentirte bien contigo misma pero cada día te visitaré esperando tu regreso.

jueves, 7 de febrero de 2008

ENTRE COSTUMBRES ANDA EL JUEGO...

Hoy he estado leyendo la prensa y hay algo que me ha llamado poderosamente la atención. Uno de estas personas, que pretenden dirigir nuestros designios durante los próximos cuatro años ha propuesto que los inmigrantes firmen una especie de contrato donde supuestamente se comprometen a “asimilar” las costumbres españolas.

Lo primero que he hecho es intentar buscar ese tipo de contrato en la página de la seguridad social; obviamente sin resultado ninguno pues no se trata de un contrato laboral. Luego mi conclusión ha sido que será algo nuevo (más tarde he oído que simplemente es una copia de un planteamiento francés).

Luego me he preguntado si no sería acatar las normas españolas. Pero claro… no debe ser eso tampoco, pues para eso ya existe un Código Civil y otro Penal que son de obligado cumplimiento para todos los residentes en territorio nacional, y que me corrija alguien si me equivoco.

Así que ni corto ni perezoso he decido echar mano un poco de la imaginación y entrar en el mundo de los surrealista e intentar hacerme una idea de esas costumbres que todo inmigrante deberá cumplir según ese contrato.

En lo laboral esta claro, no me cabe la menor duda, una costumbre muy propia nuestra es la del escaqueo. ¿Qué todo el mundo lo hace? Pues no, pero si es cierto que es una costumbre muy extendida por lo que supongo ellos tendrán que adaptarse y escaquearse como cualquier hijo de vecino. Ah y por supuesto estar siempre pendiente del reloj a ver si nos vamos a ir mas tarde de la cuenta.

En lo familiar también deberán aceptar nuestras costumbres y como no la principal y más española el arroz de los domingos en familia, con una buena copa después de comer mientras esperamos para ver el partido de la jornada.

Por supuesto está el tema del ocio, y de las mil fiestas que si no existen pues no las inventamos (que seguro que alguno ya se está frotando la manos pensando en el dia de fiesta para conmemorar la aceptación de nuestras costumbres por parte de los inmigrantes). Como no cuando llegue Navidad hay que ser más familiar, deberán asistir a la tradicional misa del gallo y a las múltiples cenas de empresa, familia, amigos, etc, etc.

En Semana Santa por supuesto todo el día a la calle a ver los Santos y como enciman tengan la suerte de caer en Sevilla habrá que seguir la costumbre y volverse capillitas visitando todos los Santos, que yo no se si serían todos buenos pero como dirían ellos “hay una jartá”.

Y la verdad es que habría muchísimas costumbres más a las que deberían acostumbrarse: los botellones del fin de semana, los atascos de dos horas, los insultos al resto de conductores, el dejar para mañana siempre lo que se pueda hacer hoy, aparcar en doble, triple o donde me salga de los c…., etc, etc.

En fin creo que son muchas las costumbres que existen y que ese contrato no se referirá a esto tampoco, porque la verdad seria de muuuuuchos folios de extensión.

Así que solo que me queda una posibilidad, y es que yo creo que este es un tema muy serio. Como puede uno pretender integrarse sin seguir la mejor de las costumbres españolas, nuestra seña de identidad en medio mundo, lo que hace que seamos seres tranquilos, lo que nos une a todos. Y esta si, a esto creo que se refiere y es que a todos los inmigrantes vamos a hacerles firmar un contrato donde se comprometan a acatar la mayor de nuestras costumbres: ECHAR LA SIESTA.



¡Manda huevos!

viernes, 11 de enero de 2008

DERECHO A UN TRABAJO DIGNO...

Pues ya hemos entrado en el nuevo año, un año de queridas elecciones. Un año donde los grandes lavadores de cabezas intentaran convencernos de que le entreguemos el papelito que les de un poder para el que seguramente no estén preparados.

Ahora nos bombardearan con sus políticas sociales… si seguramente son las más cercanas a los que cada día tenemos que enfrentarnos a nuestras preocupaciones diarias. Esas políticas que nos van a hacer vivir mejor “a todos”. Venga a vender elixires de la eterna juventud como si de antiguos charlatanes se tratase.

Pero hoy he leído el periódico. Creo que este año no vais a convencerme, porque hoy he leído la aberración mas grande que nunca creí encontrar en un medio de comunicación. Y vosotros, encantadores de serpientes, lo estáis consintiendo.

Por si esa mujer no hubiese vivido ya su particular calvario vosotros ahora la condenáis a recordarlo a diario, a saber que un mal que ella no eligió la ha marcado para los próximos cinco años.

Sois hipócritas, vendéis humo, vendéis el bienestar de todo el mundo pero cortáis las alas a una mujer que decidió levantarse y luchó, y lo mejor de todo… venció.

No os molestéis, este año no, no intentéis convencerme que haréis un mundo mejor, más igualitario, mas humano… Vosotros ya no tenéis credibilidad, políticos de medio pelo. Si tuvieseis dignidad, se os caería la cara de vergüenza por que casos como este ocurran.

¿Como se puede negar a una mujer un trabajo por haber padecido un cáncer? ¿Como se puede pedir a una mujer luchadora que debe esperar cinco años para poder trabajar como taquillera en el metro cuando es todo un ejemplo de superación? ¿Como se le puede decir a una mujer que no puede trabajar porque puede recaer de su enfermedad?

¡Ah! Sí… lo olvidaba… sois autómatas, lo de la humanidad lo dejáis para los que vamos a pie.



Metro rechaza dos veces a una mujer para ser taquillera por haber padecido cáncer de mama

El examen médico la ha declarado "no apta" las dos veces tras haber pasado las pruebas.- Padeció el tumor en 2005 y la empresa dice que hasta pasados cinco años se puede reproducir

EL PAIS
VICTORIA TORRES - Madrid - 11/01/2008